El mercado de valores, impulsado por el índice S&P 500 y el mercado global, muestra señales claras de sobrevaloración y comportamiento especulativo, similares a los vistos justo antes de importantes caídas o "burbujas" financieras. Los inversores experimentados reconocen estos patrones: no es cuestión de SI habrá una corrección, sino de CÚANDO.